Este proyecto de interiorismo de una vivienda unifamiliar se basa en recuperar la personalidad y actualizar los espacios interiores, con el fin de adaptarlos mejor a las necesidades del cliente. Sin modificar la distribución interior, se trataba de dar vida y carácter propio a los espacios, que a pesar de estar bien conservados, precisaban una actualización.

Entre los diferentes espacios de la vivienda destacaba el salón (o: sala de estar), un espacio de doble altura con gran potencial, pero que debido a la situación de dos escaleras en esquina y la pared inclinada donde se apoyaba el sofá principal de la estancia, transmitía una sensación de vacío y de espacio poco acogedor.

La propuesta plantea reorganizar la escalera, creando una tarima (o: plataforma) que envuelve y delimita el espacio del salón (o: sala de estar), a la vez que ayuda a organizar el gran sofá hecho a medida que servirá para que toda la familia se reúna a su alrededor. Sobre esta tarima y para solucionar el encuentro triangular de los diferentes techos, se diseña una estantería única que actúa como fondo escultórico con iluminación indirecta.

En cuanto al dormitorio principal y el vestidor, se reorganizan los espacios para aprovechar mejor sus grandes proporciones. En el dormitorio principal se crea un banco bajo la ventana que sirve a su vez de almacenamiento y que ayuda a recoger y dar calidez al espacio. El vestidor se diseña con armarios cerrados e iluminación interior, variando algunos de los acabados de puertas para generar un juego de transparencias y profundidad en la propuesta.