En esta actuación se trabajó como arquitectos, promotores y constructores, lo que se denomina gestión integral de todo el proceso de una promoción inmobiliaria. Se trata de un conjunto de 6 viviendas unifamiliares adosadas, siguiendo la clásica ordenación Ceretana, con jardín comunitario y aparcamiento. Este último está situado a pie de calle, simulando una cuadra de estabulación pero para vehículos y trasteros.

La construcción se realizó siguiendo criterios de sostenibilidad: muros de 45cm de espesor con un buen aislamiento, sin puentes térmicos y acabados en piedra. Las tribunas que sobresalen del plano de fachada se diseñaron como invernaderos para una mejor captación solar, pero también ayudaban a privatizar y separar los porches de las diferentes casas.

La planta baja de las viviendas se encuentra semisoterrada por la parte posterior, lo que permite el aprovechamiento del calor natural del terreno y hace que la vivienda mantenga una temperatura mucho más confortable tanto en verano como en invierno.

Se llevó a cabo un estudio en cuanto a materialidad con el fin de utilizar materiales de proximidad como la piedra de pino y la madera del Pirineo, así como también por su bajísimo coste de mantenimiento. Si bien es cierto que esta obra tiene más de 30 años, cabe destacar que ya se utilizaron criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, de los cuales se habla mucho en la actualidad.